Mi Propio YO.

Soy yo, la Sra. Harta, señora, no porque sea vieja, sino porque cometí uno de los deseos de las niñas, Casarse. Casada con el Sr. Hablar. !Que curioso, mi esposo no habla nada!. Entonces soy, la Sr. Harta De Hablar. Harta, aunque no lo crean, es un nombre muy muy peculiar, y tan común que me asquea, porque hay tantos hartos de todo: harta de no hacer nada, harta de comer, harta de engordar, harta de no tener dinero, harta de la crisis, etc..., todos parecieran estar con mí nombre en la punta de sus lenguas. Pero como a mí todo me vale gorro y un pepino machucado, jajajja, porque no me queda de otra... que Diablos puede hacer una, cuando le ponen un nombre asi: Harta... Yo, soy yo. A mí la vida me trata como a ella le da la gana, pero yo no la dejo. Hago con la vida, lo que a mí me da la cosquilla interior. Y ella (que no puede hacer nada), ni se queja, pero yo, que hago lo que me dicta la mente, me quejo todo el tiempo, y por eso es que estamos donde estamos, porque estoy como vulgarmnte me llaman: Harta. Y al tener la dicha roja de ser casada con Hablar, soy como todos dicen: Sra Harta De Hablar. Ahora empieza lo bueno, porque voy hacer lo que en mí parcer, será la aventura más larga y plascentera que puede experimentar el ser humano: voy a escribir, a desahogarme, a gritar fuertísimo en letras, a escribir lo que no me atrevo a repetir en público, voy a escribir... lo que me de la gana. Att.: Sra. Harta de Hablar.